El popular parque Alejo Barrios se ha usado históricamente con diversos propósitos, para prácticas de las fuerzas armadas, paradas militares y más recientemente futbol amateur, pero hay un evento que se ha mantenido allí y cuya tradición no se ha perdido con el pasar de los años, me refiero a la celebración popular de las fiestas patrias.
Cada vez que el calendario llega a la página de Septiembre el parque Alejo Barrios sufre su metamorfosis anual: se retiran los arcos, se esfuman las líneas de cal y se abren las rejas para que los fonderos ingresen las ramas y mallas rachel que conformarán las fondas, en la cancha principal del complejo se instala la fonda oficial, por la orilla de las demás canchas se instalan el resto de las fondas y ramadas, una al lado de la otra, como grandes casilleros de folclor tricolor. Septiembre se convierte en el entretiempo que marca el descanso de los jugadores, que pueden quedarse en la cancha pero para tomar chicha y comer anticuchos.
Actualmente el parque Alejo Barrios se mantiene cerrado para las populares pichangas improvisadas, de esas en que juegan más de once por lados, sin uniformes y con pelotas muy desteñidas y a mal traer, ahora para hacer uso de las canchas hay que seguir el conducto regular de solicitud para usarlas, no te cobran por jugar, pero debes pedirlo con anticipación. Las fondas de Septiembre rompen con la cotidianeidad del parque, las puertas se abren para todo el público y se da libre albedrío para el esparcimiento popular durante esa semana en que todos se sienten más chilenos.
Es indudable que venir para el 18 al Alejo es especial, se respira esa sensación de alegría p
opular, la verdadera cultura popular de tomar terremoto y comer empanadas, actuando de manera genuina, natural y no de manera empaquetada y ficcionada como aquel movimiento de la ‘’cultura guachaca’’ que tanto aparece en la televisión.
La diferencia de las fondas del Alejo y las del Sporting en Viña, es que allá el espacio es arrendado y organizado por privados, en cambio en el Alejo es una institución de trabajadores la que decide de manera autónoma. Se compone de tres socios dirigentes que son escogidos democráticamente por el resto de los fonderos.
El presidente del sindicato de fonderos, don Luis Carrizo me comenta que el parque Alejo Barrios es definitivamente el punto de reunión para vivir una experiencia dieciochera que nos haga sentir vivos, y no solo para el porteño, sino que para todos los ciudadanos de la región, pues en ese extenso terreno cubierto de tierra que descansa a la sombra del estadio Elías Figueroa, están grabado a fuego años y años de goles y empanadas.
(Fotografía principal extraída de: www.cerrovalpo.cl)