Valparaíso cuenta con alrededor de 10 paseos o miradores establecidos como tal. Ahora, si consideramos que desde la parte alta de los cerros se puede apreciar la ciudad de una forma panorámica inigualable, podríamos entender a Valparaíso como un gran y único mirador.
Sin embargo, existe un Paseo ubicado en nuestro cerro que es considerado uno de los puntos neurálgicos del turismo y el paseo familiar porteño: Estamos hablando del Paseo 21 de Mayo.
Para acceder a este balcón natural que ofrece la ciudad existen dos maneras: La primera es abordar el Ascensor Artillería ubicado a un costado del Edificio de la Aduana y justo en frente de la Plaza Wheelwright. La otra manera es subir por calle Carampangue para luego tomar la subida de Artillería y finalmente llegar a la parte alta del Ascensor y junto con esto, a la entrada del Paseo.
Situado en una ubicación ideal para empezar o concluir paseos a pies, el Paseo 21 de Mayo se ubica en las faldas de lo que hoy se conoce como Cerro Artillería, este mirador nos conecta por un lado con Gran Bretaña y Playa Ancha, mientras que por el otro extremo se conecta con uno de los que en el pasado vivió un gran auge por lo que hoy por hoy también guarda un sinfín de historia: El Barrio Puerto de la ciudad.
Si bien el Paseo 21 de Mayo es hoy uno de los lugares más concurridos por turistas y porteños no fue hasta el año 1911 en que comienza a tomar la importancia que hoy tiene para la ciudad. Fue todo un proceso: En 1890 se inaugura la Escuela Naval, que en la actualidad funciona como Museo de la Armada, luego en 1893 se inaugura el Ascensor Artillería y finalmente, en 1911 se termina de habilitar el Paseo como tal.
En la actualidad, el Paseo es visitado por un sinfín de personas que día a día se sorprenden con la maravillosa vista que el 21 de Mayo les otorga
y es que debido a su ubicación es posible disfrutar de una panorámica de prácticamente todos los cerros de la ciudad, vista que lo hace lugar predilecto para que cientos de personas se instalen a esperar año tras año la llegada de un nuevo año en la ciudad.
Por otro lado, el mirador posee una pequeña feria artesanal en donde se pueden encontrar pequeños artículos que cumplen las funciones de –souvenirs- así como también trabajos finos en plata y piedras preciosas como lapislázuli, entre otros. Además de esto, con el pasar de los años se han instalado muchos servicios a su al rededor como hostales, bed and breakfast, restaurantes y otros.