CUANDO NOS DECÍAN QUE ÍBAMOS A
IR AL CINE, NOS LLENÁBAMOS DE ALEGRÍA Y MAGIA. SIEMPRE
NOS ENCONTRÁBAMOS CON ALGUIEN CONOCIDO. ADEMÁS
TENÍAMOS QUE COMPRARNOS ALGO DULCE PARA COMER DURANTE
LA PELÍCULA, POR LO GENERAL ERAN CALUGAS.
…….ENTONCES SE APAGABAN LAS LUCES
Y EMPEZABA LA ENSOÑACIÓN, NOS ÍBAMOS A OTROS MUNDOS,
OTROS COLORES, OTRAS HISTORIAS, OTROS PAISAJES. LA MÚSICA
LO ENVOLVÍA TODO Y POR UN INSTANTE NOS CONVERTÍAMOS EN
COWBOYS, DETECTIVES, HÉROES, AMANTES Y PROTAGONISTAS DE
OTRA VIDA, OTRO SUEÑO.
DESPUÉS HABÍA QUE JUNTARSE A COMENTAR
LO QUE HABÍAMOS VISTO Y CADA UNO DABA SU VERSIÓN DE ESA
TARDE EN QUE SOÑAMOS QUE ÉRAMOS OTROS.-