Por Susana Barrientos.
Playanchina y periodista. Co-fundadora PlazaWaddington.cl
“Nosotros, los de la plaza, tenemos una seguridad ontológica cada vez más escasa: la de ser y estar con otros, la de hacer ciudad todos los días, y ciudad es el lugar común donde todos tenemos un nombre propio y nos vemos, en las calles, las caras”. (Cristián Warnken)
Este lugar me pertenece y también es tuyo. Es aquí donde el “habitar” adquiere sentido, donde la convivencia y los encuentros son la base de su existencia. En mi plaza, los árboles conservan su magia, los niños y niñas aún juegan a las escondidas, los perros pasean sin apuro y los ancianos contemplan la vida pasar. Aquí no existe el Black Friday ni el Chuck e Chesse, pero los más pequeños hacen fila para tirarse por el resbalín, mientras Luisa saca a pasear a sus quiltros, y las señoras compran las verduras para el almuerzo “donde el Camilo”.
En mi plaza las sonrisas son gratis.
No, no es un cuento de Andersen. Esto es un barrio, un barrio ubicado al fin del mundo, en la denominada República Independiente de Playa Ancha, en Valparaíso. Y existe en un mundo cada vez más global, individualista y fragmentado, donde cambian las plazas por los malls, donde nadie camina, ni se conoce, donde se sospecha del otro, donde los perros son plagas y donde los árboles son reemplazados por mega-proyectos inmobiliarios.
Recuerdo la reflexión un tanto apocalíptica, pero no alejada de la realidad que hace el poeta austro-germano Rainer María Rilke, sobre la ciudad de París:
“Pues las grandes ciudades están, Señor/ perdidas y deshechas/
Es la mayor cual fuga ante las llamas y no hay consuelo que pueda consolarlas y así transcurre su pequeño tiempo/ ahí viven seres mal y penosamente en profundos cuartos/ tímidos de gestos/ con un temor más hondo que un hato primerizo y afuera está tu tierra que vela y que respira/ mas ellos están ahí sin que ellos más los sepan/
Ahí crecen los niños junto a las ventanas/ y siempre se levantan bajo la misma sombra e ignoran que las flores afuera llaman hacia un día de sol, felicidad y viento /
Y tienen que ser niños/ pero niños tristes”.
Su poema es un fiel reflejo del mundo, de nuestra cultura que se alimenta del consumo y que deja en el olvido la acción de comunicarse cara a cara. Esa carencia de comunicación se asoma como una especie de “asesino en serie” de la vida de barrio.
De la realidad virtual a la intimidad personal: el barrio que soñamos
Creemos que en un barrio es posible llevar a cabo un diálogo que no puede ser realizado en el contexto de las estructuras estatales. Pero para que ese diálogo sea posible es necesario recuperar espacios de participación ciudadana.
En este sentido, las relaciones “virtuales” imprescindibles en la sociedad actual han abierto nuevos espacios de comunicación, por lo que apostamos a que desde ese “mundo virtual” podríamos convocar y motivar a habitar la realidad. Y así nace PlazaWaddington.cl en septiembre de 2014, con el sueño de dos vecinos, Rodrigo Márquez, playanchino por adopción, y Susana Barrientos, playanchina de nacimiento, de crear un medio de comunicación vecinal que lograra acercar a nuestra comunidad en torno a sus intereses, inquietudes, actividades, oficios y memoria. Un lugar de encuentro como lo es nuestra Plaza Waddington.
Confiamos en el proyecto y en la idea que mediante la comunicación podremos empoderar a nuestra comunidad, con objetivos tan diversos y relevantes como, a modo ejemplar, realizar un aporte al comercio local del sector; rescatar la memoria histórica; fortalecer la identidad de los playanchinos; y crear un foro entre los habitantes, que permita estimular la comunicación entre vecinos y organizaciones comunitarias.
Hoy contamos con cerca de mil quinientas visitas mensuales en nuestro sitio web y lo más importante, pasamos de la invisibilidad a la fraternidad. Se ha logrado aunar intereses de diversos vecinos que se motivaron a participar en una reunión semanal, para concretar acciones con el fin de mejorar nuestra calidad de vida. Una de las iniciativas fruto de esta organización, fue la creación de una actividad colaborativa, gestionada por y para los vecinos, con la finalidad de celebrar la vida de barrio, con poesía, música, feria, y una instancia de participación comunitaria que contó con un cabildo abierto y una encuesta vecinal.
Ya somos un gran equipo y día a día son más los que se suman. PlazaWaddington.cl hoy es el medio de comunicación de los vecinos. Somos de ese tipo de habitantes que nos conocemos, nos hablamos, construimos barrio, y por tanto ciudad, entre todos.