¿Sabías que Valparaíso tiene más de 17 funiculares como medio de transporte para conectar los cerros con el plano de la ciudad?. Estos son de tramo corto y comenzaron su funcionamiento a finales de 1800, primero a carbón y después a electricidad.
Los ascensores hicieron posible la conexión del cerro con el plano de la ciudad puerto cuando no había cómo subir y bajar del cerro, por lo que la mayor parte de la vida se desarrollaba en el cerro.
Aun cuando ha pasado tiempo y existen otros medios de transporte, los funiculares aún son considerados relevantes para los habitantes de los diferentes cerros de Valparaíso, así como también un llamativo turístico para quienes llegan a conocer la joya del pacífico.
Los funiculares se encuentran en diferentes cerros, casi todos llevan el nombre del mismo, entre ellos Lecheros, Larraín, Polanco, Ex Las Cañas, La Cruz, Monjas, Mariposas, Florida, Barón, Espíritu Santo, Concepción, San Agustín, Cordillera, Ex Arrayán, Ex Santo Domingo, Artillería y Villaseca.
Actualmente, muchos de los ascensores mencionados están sin funcionamiento, esto, porque requieren mantenimiento o remodelación y ninguno de estos procesos se han concretado.
Hace aproximadamente una década que los operarios de los ascensores, así como también, los locatarios de la ciudad y otras organizaciones y dirigentes sociales, como Ascenval han exigido la restauración de estos funiculares para volver a tener este medio en su total funcionamiento.
Los funiculares y mal denominados ascensores (los primeros se refieren a planos inclinados, los ascensores son verticales), suelen ser complejos en su diseño, teniendo mayor trabajo de mantenimiento y suelen necesitar personal para su funcionamiento. Estos contienen dos vehículos, uno de subida y otro de bajada que trabajan a través de una polea. A diferencia de un ascensor que solo contiene un espacio de transporte, lo que hace que no sea tan fluido el tráfico como en el caso del ascensor Polanco.
Así, la mayoría de los porteños y porteñas les es de utilidad estos funiculares. Primero porque el oficio de manipular un ascensor se pierde si estos no están en funcionamiento y segundo, las personas deben tomar muchas veces dos medios de transporte o bien transitar en las largas escaleras porteñas que dificulta la movilidad inclusiva en la ciudad.
Aunque técnicamente sean funiculares, los porteños, su gente les llama ASCENSORES, y ese es su nombre, porque la gente hace su historia. Asi que… respeto por favor, son ASCENSORES.