Valparaíso es Patrimonio de la Humanidad y existen muchos motivos para que lo sea. Pero existe una parte de la ciudad que no es tan notoria como lo son las casonas coloniales o los grandes cerros con vista al mar: El patrimonio intangible de Valparaíso, ese patrimonio que está compuesto de personas, de organizaciones sociales, de costumbres y de historia. Esas personas y esas historias que a través de los años han logrado cimentar la ciudad que hoy es Valparaíso y las costumbres que la rodean. Como parte de este patrimonio intangible podemos encontrar a los marmoleros que levantan sus pequeños talleres en el sector aledaño al Cementerio N° 3 de Playa Ancha
Allí trabajan hombres que han forjado este oficio a través de los años, la gran mayoría de ellos han aprendido el arte del cincel en el mármol a través de herencia familiar, cómo es el caso de Marmolería Italia, que llegó a instalarse en el cerro en el año 1962 de la mano de Luis Trevia y su familia. Hoy después de 52 años es su hijo Jonny Trevia quien se hace cargo del local. Jonny cuenta que llega todos los días alrededor de las diez de la mañana y trabaja hasta las siete de la tarde, con un pequeño descanso para almorzar pero en el que tampoco deja de atender a todas las personas que día a día llegan a cotizar sus trabajos que, dependiendo de la dificultad y el tamaño se valorizan desde los $65.000 pesos chilenos
Por otro lado tenemos a Angel Pizarro, dueño de Marmolería La Paz quién también explica que este es un negocio familiar que lleva alrededor de 10 años en el rubro. Don Ángel llega a las inmediaciones de su local a las ocho de la mañana y se da un respiro para almorzar a eso de las una de la tarde para luego volver a atender desde las dos hasta las cinco de la tarde. Así como Jonny, Don Ángel y el resto de los marmoleros traen la materia prima desde Italia, y a punta de un cincel y sus propias manos realizan toda clase de trabajos relacionados al mármol. Si bien, por la ubicación que tienen gran parte de su trabajo se relaciona con lápidas grabadas para tumbas del cementerio, Jonny nos explica que este no es lo único a lo que se dedica, hace toda clase de trabajos relacionado con el mármol, marmolería de baño, de cocina, etc. Sólo basta con acercarse a las casitas que tímidamente se levantan a la salida del Cementerio para poder conocer un poco más sobre esta pequeña parte del patrimonio intangible de nuestro cerro y también de nuestra ciudad.