La basura pareciera ser un problema de nunca acabar, y como dicen, hasta que no te toca la puerta, no significa problema alguno. Soy nuevo en Playa Ancha, pero conozco de cerca a sus organizaciones sociales, deportivas y culturales, y por cierto a la gente que las integra, de las cuales no me cabe duda son personas trabajadoras, de esfuerzo y con la cultura necesaria para comprender que la basura es un problema de tod@s. Es cierto, los microbasurales que existen en las quebradas del cerro tienen prioridad, pero el problema es el mismo allá en Porvenir, Montedonico, que acá en el barrio comercial de Playa Ancha, ahí justo al lado del Teatro Odeón, ese gran proyecto que tiene por objetivo recuperar el teatro para la gente, para los de arriba y los de abajo…se imaginan un basural al lado de un teatro, la imagen sería algo así como la cultura y la falta de cultura y de cuidado por mi barrio en una misma foto… No es justo que le hagamos el quite a la basura, que nuestros niños y niñas caminen por la basura y que los perros callejeros hagan un festín con esto, pero ellos tampoco son responsables, solo tienen hambre y el verdadero responsable es quien los abandona a la suerte de nadie.
Pues bien, la solución, las ideas, la innovación, todo vale…el municipio aquí no ha llegado, es cosa de ver el estado de las calles, algunos dirán es pega del MOP, pero en verdad quien debiese manifestar a lo menos la necesidad de ponerlo en carpeta es la muni, la esquina de Lynch con San Pedro, un “triángulo de las bermudas de la basura”, un sitio eriazo que por ahora más vale siga cerrado, a que se convierta en vertedero improvisado, y es que no se puede comprender, que cuesta mantener la basura en las casas mientras pasan por ella, mayor frecuencia de camiones dirán algunos, pero ciertamente la solución la tenemos en nuestras manos. El comercio local también debe poner de su parte disminuyendo las bolsas plásticas, premiando a los vecinos/as que van con su bolsa reutilizable, disminuyendo los envases de plumavit que terminan cada domingo acumulados en las cunetas. Más contenedores de basura, pero luego viene el problema de donde lo ubicamos, nadie quiere uno como vecino, entonces que hacer, quizás lo primero es juntarnos a conversar de la basura y del bien común, pensar en una estrategia que nos permita mejorar el entorno de nuestro barrio, sin esperar que la vecina de la esquina sea siempre la que recoge la basura de otros, esa que tú no quieres ver quizás pensando que el pasado siempre fue un mejor barrio.